Henri Michel no quiso convocarle en agosto de 1988 para un partido contra Checoslovaquia y en respuesta, Cantona le llamó «saco de mierda» y prometió que no volvería a jugar con Francia mientras él fuese su seleccionador. Una vez cumplida la sanción federativa, el nuevo seleccionador de Francia, Michel Platini, volvió a convocarlo el 16 de agosto de 1989 además de mostrarle su apoyo para próximos compromisos. La directiva del Marsella decidió sancionarlo con un mes de suspensión, y el episodio terminó con una cesión al Girondins de Burdeos durante el resto del curso.
Categorías: Uncategorized