Antes de noviembre de 1992, había jugado 20 partidos (13 de liga) y marcado 11 goles. No obstante, el estilo de juego vistoso de Cantona chocaba con las tácticas físicas de Wilkinson, algo que se reflejaba especialmente en los partidos fuera de casa, y la relación entre ambos había empeorado. El 26 de noviembre de 1992 se confirmó que el Manchester United había pagado 1,2 millones de libras por el traspaso de Éric Cantona.