La equipación es bastante chula en general, aunque me temo que desde lejos y en los partidos nocturnos no se apreciarán bien los matices del azul. Cuando Julián tiene alrededor de doce años y su hermana menor, Eva, ocho, a esta última le regalan una guitarra NHJ con cuerdas de alambre muy separadas del mástil, casi de juguete, que Julián comienza a tocar empleando una pipa de girasol, a falta de púa; mientras, Alberto empieza también a interesarse por tocar música, gracias al bajo eléctrico de su hermano.