Esos aficionados comparan la camiseta del Madrid con el tocar el trofeo antes de ganarlo, algo que hicieron jugadores del Milan en aquella final en Estambul que ganó el Liverpool en penaltis después de igualar un 3-0 al descanso. Los aficionados del Real Madrid llevaban años reivindicando la presencia de uno de los colores históricos del club, el morado, en los uniformes del equipo. Su primer equipo masculino ha disputado 84 temporadas en el Campeonato Nacional de Liga de Primera División, siendo uno de los diez clubes fundadores de la competición y participantes en la edición inaugural de 1929. Con diez títulos ligueros, es el tercer club más laureado de la competición y ocupa la tercera plaza de la clasificación histórica del campeonato. Dicho esto, su condición de sucursal era peculiar, pues los madrileños contaban con una junta directiva propia y diferenciada de la de los bilbaínos desde el momento de su constitución (lo cual asemejaría al equipo madrileño, jurídicamente, más bien a una filial societaria y/o deportiva). Para distinguirse entre sí los equipos contendientes de las sociedades futbolísticas de principios del siglo XX, y a semejanza de los pelotaris, se diferenciaban en rojos y azules mediante unas bandas cruzadas sobre el pecho, como así hicieron los madrileños en el primer encuentro conocido entre sus integrantes al no tener camisas diferentes para todos los jugadores.
Es importante recalcar que por aquellas fechas muchos clubes madrileños pioneros se habían visto abocados a la desaparición (pues muchos de sus jugadores recalaban en el Madrid Football Club) o bien a ser fusionados o absorbidos por el mentado club blanco, el más poderoso de la capital. Durante la cena de hermanamiento posterior al partido entre los dos equipos, los jugadores del conjunto madrileño preguntaron a los jugadores del equipo vasco si disponían de más camisetas rojiblancas. Esto sucede en el caso de que el equipo local use un kit similar al del uniforme suplente. Una de las teorías sobre esta elección es en homenaje al uniforme de los obreros; otra, en cambio, habla de la relación del color azul con el del manto de la Virgen de los Ángeles, Patrona de Getafe. El cambio en el color de la camiseta también acabó motivando que ambos clubes, vizcaíno y madrileño, modificaran en consonancia sus hasta entonces blanquiazules escudos. El cambio de estadio supuso que se potenciaran las secciones deportivas ajenas al football que habían sido inauguradas durante el mandato de De Acha, siendo habitual que destacaran jugadores en varias disciplinas (como Andrés Tuduri, futuro Presidente de la Federación Española de Atletismo, quien en sus doce temporadas en el club desde 1916 alzó varios títulos tanto en football como en hockey).
5.000 hinchas llenarán las gradas de un estadio que ha tenido que poner asientos supletorios. Desde la temporada 2017-18 disputa sus partidos como local en el estadio Wanda Metropolitano, con capacidad para 68 456 espectadores. Kristensen ha hecho el 1-2 en propia puerta, pero Okugawa ha conseguido volver a empatar el partido para el Salzburgo, pero en el tramo final, el equipo de Flick ha asediado la portería local para acabar firmando el 2 a 6 final. Dispone de un equipo filial -también en categoría femenina-, que alzó una Copa de la Liga de Segunda División y fue subcampeón de Segunda División. Quedó así inaugurada la más brillante etapa de la sección de tenis de la entidad, en la que también destacaba y sumó varios títulos para el club otro de los grandes tenistas de la época: Manolo Pérez Seoane (Conde de Gomar), finalista de Wimbledon e integrante junto a su precitado compañero rojiblanco del primer equipo de Copa Davis de la historia de España. Es el club presentado en el programa juvenil Scully, cuya trama gira en torno a Francis Scully, un adolescente quien trató de ganar un partido de prueba con el equipo red para poder jugar en el primer equipo.
Bajo el mandato de Ruete, el Athletic Club de Madrid logró alcanzar la primera final de su historia, al jugar la del Campeonato Regional Centro 1912-13 y caer 2-3 ante el Madrid Foot-Ball Club. Sin embargo, siguió existiendo vinculación deportiva con el «padre» bilbaíno, el cual continuó convocando a los jugadores del Athletic Club de Madrid para que disputaran bajo la enseña vizcaína el Campeonato de España (destacando el madrileño Manuel Garnica Serrano, goleador en la final del Campeonato de España de 1911 que se adjudicaría el Athletic Club); convocatorias que decaerían cuando en 1912 se originó la primera versión de la llamada «filosofía del Athletic Club», conforme a la cual sólo podían jugar allí jugadores vizcaínos. Telmo Zarra, en el momento de marcar el gol ante Brasil que permitió terminar a España en cuarta posición. Jesé Rodríguez saltó con muchas ganas de demostrar y a horas de que se oficialicé el fichaje de Bale, dejó jugadas que muestran su clase y dos gol repletos de calidad. El partido no llegó a finalizar, ya que la Gimnástica se retiró tras dar por válido el árbitro un gol que suponía la victoria para los rojiblancos.
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